• Pues si, la verdad es que estoy encantada con: - Los dí­as de niebla, los paseos por el pinar, el aperitivo del sábado. Tampoco me disgusta la amabilidad ni la buena educación. La cara de felicidad de mi gata cuando duerme ( ¿ sabrá lo es el Nirvana ? ). Dinos que te gusta.

    jueves, noviembre 09, 2006

    Adios al 'Bar del Cura' y al antiguo cine.




    Con ese nombre lo conocí desde que tuve uso de razón pero en realidad su nombre era Bar Centro Social. El Bar del Cura consistía en un conjunto de edificios anexionados a la iglesia del siglo XII (o así) conformado por: la casa del cura a continuación del atrio. Por delante de la antigua puerta principal y a los piés de la torre el complejo del cine, el bar y un salón para mesas, futbolín y máquinas de millón que acababan de rodear la otra parte de la planta de la iglesia hasta casi llegar al ábside. Tal aberración arquitectónica se construyó en tiempos de posguerra al amparo del desarrollo cultural impulsado por el franquismo de la época a medias con la Iglesia.

    De ese centro neurálgico del pueblo yo misma fuí protagonista y testigo de su ascenso y declive por vivir justo en frente. Allí aprendí a jugar a las cartas, al dominó, al ajedrez, a las damas, al futbolín, al pinball .... allí ví las películas de reestreno de la época y como era la gran atracción, allí nos juntábamos todos.

    El Bar del Cura con el paso del tiempo fué perdiéndolo todo: cine, clientela, seguridad del local... su declive se precipitó con el paso de los cambios de la Transición tanto política como económica.

    Agotados sus días de gloria y sin un futuro que avalara la supervivencia de tal "complejo cultural", las Insituciones actuales se hacen cargo de su restauración de tal manera que durante las últimas vacaciones he sido testigo de su demolición.

    No voy a negar que al ver las máquinas trabajando sin descanso no me asaltaran los recuerdos de tantos buenos, divertidos y aprovechados ratos que he pasado entre aquellas paredes que se venían abajo como azucarillos con cada golpe del brazo de la excavadora.

    He visto el derribo del Bar del Cura en directo con todo lo sobrante a la Iglesia. He enterrado mis recuerdos como parte del desarrollo natural y aquí estoy para ver cual será el resultado final de la recuperación del patrimonio histórico; espero que hagan un buen trabajo. Yo de momento, sigo viviendo justo en frente.

    Seguimos caminando, feliz singladura:

    Envado por: la Catenaria (enviada especial en Cardenabis)