• Pues si, la verdad es que estoy encantada con: - Los dí­as de niebla, los paseos por el pinar, el aperitivo del sábado. Tampoco me disgusta la amabilidad ni la buena educación. La cara de felicidad de mi gata cuando duerme ( ¿ sabrá lo es el Nirvana ? ). Dinos que te gusta.

    jueves, diciembre 21, 2006

    La Taberna

    Siempre me atrajo ese lugar, desde pequeña. Entré muy pocas veces cuando era niña; no recuerdo el por qué, pero si me acuerdo que las vigas de madera y la chimenea de la entrada me daban una calidez muy cercana a la de encontrarme en un lugar maravilloso. Luego, como todos, he crecido, y puedo asegurar que si alguna vez tengo frío en el alma, el mejor sitio para quitármelo es La Taberna. Lo he descubierto con el tiempo y, sobre todo, con el contacto cercano de la familia dueña de tan amistoso lugar. En este establecimiento lo de menos es el vino –y eso que es el mejor bar del pueblo para tomarte un Ribera, un Rueda o un Rioja bueno, que a estas alturas es difícil de encontrar- lo de más en La Taberna es el trato. Las risas que echamos todos juntos. “¡Abuela, cuéntame cincuenta cuentos!”, dijo el otro día la nieta mayor, cuando nosotros estabamos en lo mejor del aperitivo, sin saber que lo mejor estaba aún por llegar y era precisamente esa preciosidad de niña pidiendo a esa preciosidad de abuela tal exigencia. En La Taberna nos quieren y nosotros queremos a esta gente. A estas personas que lo mismo te regalan su paquete de tabaco si te has quedado sin cigarrillos, que se preocupan por ti si está lloviendo y no tienes cómo ir casa. Te llevan. Te llevan, sí, señores. Te llevan y te traen el corazón, porque te ponen el suyo en bandeja, junto con el aperitivo. Somos amigos. Amigos y vecinos. Parroquianos. Vemos crecer a las pequeñas, tan guapas, con esos ojazos que quitan el hipo. Nos alegramos de encontrarnos y nos echamos de menos cuando estamos de vacaciones. ¿Qué es la vida sino esto?. Seres humanos en los que hallar calor cuando el mundo te da frío. Yo soy feliz ahí, en el lugar en el que siempre me cito con mis amigos más queridos. El primer rincón en el quedo con la gente que llega por primera vez a este pueblo para compartir conmigo su vida. Orgullosa, además, de tutearme en la barra con todo el mundo.
    Me gusta La Taberna porque me gusta compartir su filosofía: vivir, dejar vivir, y ponerse el mundo por montera. ¡Viva la buena gente! Eso, digan lo que digan los medios de comunicación, es verdadera calidad de vida. Yo no cambiaría tanto cariño y tantos buenos ratos ni por todo el oro del mundo.

    COMENTARIO de Anónimo:
    ya veo k te gusta codearte con los fascistas del pueblo...

    LA MALPEINADA dijo...
    ¡Hola, chiquitín!. ¿Sabe tu mamá que te metes solito en internet?. Eso está bien, no creas, pero tienes que usar mejor el idioma. Verás, no se escribe "k te gusta codearte con los fascistas", sino "que te gusta codearte con los fascistas". La k es tan sólo una letra y no una palabra. ¡Ay,niño, vas a tener que apretar mucho estos días para sacar el curso! Pero seguro que lo consigues.Un beso, pequeñín